Para quienes insistentes se preguntan
¿Qué hacemos todavía parados a las afueras
De los cuarteles, las cárceles y las comisarias?
¿Por qué no somos capaces todavía de perdonar?
¿Por qué no olvidamos de una vez y seguimos
Adelante como otros ya lo han hecho?
Únicamente les podemos decir:
Que el dolor no es algo fácil de entender
El vacío, la carencia absoluta de verdad
El interminable acto de esperar…
Mirar ojos que no quieren ver y oír
Las palabras de quienes no saben escuchar
Irremediablemente hemos envejecido
Aguardando el asomo de un poco de eso
Que los entendidos conjugan como justicia
Algunas madres han muerto sin saber dónde
Están los huesos de sus hijos, algunas historias
De amor no han sabido de finales felices
Todo porque algunos creen que el dolor tiene
Fecha de vencimiento, que el tiempo lo cura todo
Que el dolor que nos corroe es puro resentimiento
Haber amado, amar sin tener respuestas, esperar
Sin encontrar dónde dejar las postreras lágrimas
Es algo que al parecer muchos no logran entender
Sólo ven los cuerpos marchitos que esperan fuera
De los cuarteles y las comisarias. Ven, pero no saben
Que toda historia debe y merece conocer de un final.
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