
¿Dónde están los Che Guevara vivos?- insiste Martina.
- Tal vez están naciendo.
Claudia Korol enero de 2000
Por qué hablar del hombre
Debe resignarse a su muerte
Por qué si cada vez está más vivo
Tiene la oportuna costumbre
De nacer por más que lo entierren
Y lo rebajen al vulgar sitio de icono
De un sueño no cumplido.
En el viejo mundo es un romántico
De aquellos irreparables, un héroe
Para los niños de bien que paternales
Aún a nuestros pueblos ven…
Pero para nosotros, para nosotros
Es mucho más que eso.
Es la prueba concreta de que palabra
Y acto pueden y deben ir juntas
De que los despreciados pueden y deben
Ser estrictos con los valores que profesan
Y que se debe exigir con mayor vigor a uno
Mismo lo que cotidianamente se exige a los otros.
No tuvimos tiempo de verle cumplir
Sus ochenta años al hombre del que aprendimos
Y aún aprendemos tanto…puede ser que de otra
Forma hubiese sido uno más de tantos que luchan
Para luego resignarse, o puede ser que realmente
Si viviera siguiera como pocos creyendo y luchando.
Pues lo que en otro tiempo pretendió ser bala
Hoy es ideas claras en la cabeza y certeza en los actos
Es como él lo decía endurecerse sin perder la ternura
Exigir para los nuestros una igualitaria dignidad
Y pensar en los otros como se piensa en uno mismo
Construyendo mejores sitios para con los nuestros habitar.
Vive en los libros que de él se escriben, y en los maestros
Que aún educan para la libertad, vive a pesar de tantas
Y tantas muertes porque es necesario en cada momento…
Cada cierto tiempo nacerá a pesar del desencanto y del miedo
Porque persisten los motivos por los cuales dio la vida
Vida que nosotros tomamos y compartimos como un deber.
No podrán aunque lo crean, ridiculizar su ejemplo
Habrá no cabe duda quienes les sigan el juego y prefieran
Los ejemplos de hombres productivos que alcanzaron
El éxito cosechando sus millones en tierras abonadas
Con corrupción y pobreza; pero nosotros sabemos que no
Todo está perdido si a pesar de todo aún nuevos Che nacen.
- Tal vez están naciendo.
Claudia Korol enero de 2000
Por qué hablar del hombre
Debe resignarse a su muerte
Por qué si cada vez está más vivo
Tiene la oportuna costumbre
De nacer por más que lo entierren
Y lo rebajen al vulgar sitio de icono
De un sueño no cumplido.
En el viejo mundo es un romántico
De aquellos irreparables, un héroe
Para los niños de bien que paternales
Aún a nuestros pueblos ven…
Pero para nosotros, para nosotros
Es mucho más que eso.
Es la prueba concreta de que palabra
Y acto pueden y deben ir juntas
De que los despreciados pueden y deben
Ser estrictos con los valores que profesan
Y que se debe exigir con mayor vigor a uno
Mismo lo que cotidianamente se exige a los otros.
No tuvimos tiempo de verle cumplir
Sus ochenta años al hombre del que aprendimos
Y aún aprendemos tanto…puede ser que de otra
Forma hubiese sido uno más de tantos que luchan
Para luego resignarse, o puede ser que realmente
Si viviera siguiera como pocos creyendo y luchando.
Pues lo que en otro tiempo pretendió ser bala
Hoy es ideas claras en la cabeza y certeza en los actos
Es como él lo decía endurecerse sin perder la ternura
Exigir para los nuestros una igualitaria dignidad
Y pensar en los otros como se piensa en uno mismo
Construyendo mejores sitios para con los nuestros habitar.
Vive en los libros que de él se escriben, y en los maestros
Que aún educan para la libertad, vive a pesar de tantas
Y tantas muertes porque es necesario en cada momento…
Cada cierto tiempo nacerá a pesar del desencanto y del miedo
Porque persisten los motivos por los cuales dio la vida
Vida que nosotros tomamos y compartimos como un deber.
No podrán aunque lo crean, ridiculizar su ejemplo
Habrá no cabe duda quienes les sigan el juego y prefieran
Los ejemplos de hombres productivos que alcanzaron
El éxito cosechando sus millones en tierras abonadas
Con corrupción y pobreza; pero nosotros sabemos que no
Todo está perdido si a pesar de todo aún nuevos Che nacen.
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