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Dos en una esquina


1
                                      
                                      Él esta parado justo en aquella esquina
                                      Aquella donde el semáforo nos recuerda
                                      Que el tiempo nos falta y que las esperas
                                      Ni ahora ni nunca se nos dieron bien

                                      Él está allí en la distante orilla
                                      Practicando una y otra vez aquel numerito
                                      De variedades que de tanto verlo y verlo
                                      Se nos ha vuelto tan rutina como la luz roja

                                      Esa que nos detiene la que nos enfrenta
                                      A la fuerza con ese soñador que de verdad
                                      Piensa que alguna mañana, alguna tarde
                                      O alguna noche brindará el acto perfecto

                                      Parece no rendirse no  recapacitar sobre
                                      Su vana tarea pues aquellos que algo le dan
                                      Seguro no ven más que un fulanito gracioso
                                      Chascón o inmaduro que tarde o temprano

                                      Comprenderá que no ha hecho si no perder
                                      El tiempo con sus palos, su bola de cristal
                                      Sus antorchas tan irrelevantes como inútil
                                      Es aquel diábolo que del cordel viaja a la nada

 2

                                     Él mira al hombre atrapado en su auto
                                     A pesar de estar concentrado en sus malabares
                                     Lo ve pues aquel vacío de la mirada es imposible
                                     No verlo, no sentirlo frío bajo los movimientos

                                     Disfruta hacer una y otra vez la pirueta
                                     Pues sabe que es buena pero la quiere perfecta
                                     Es más alegre la esquina cuando lo ensayado
                                     Mañana, tarde y noche por un rato le resulta

                                     De vez en cuando alguien estira la mano y de ella
                                     Florece la moneda que de alguna forma reconoce
                                     Que los tres colores del semáforo nunca fueron suficientes
                                     Y que puede ser más que frío o plomo el pavimento

                                      Le hacen feliz las cómplices sonrisas de algunas gentes
                                      Los ojos muy abiertos de los niños tras los cristales
                                      La admiración de otros chiquillos que como él no fueron
                                      Derrotados por la miseria que ansiosa buscaba arrancarles

                                      Los sueños, la esperanza y sobre todo el arte que les permite
                                      Al menos por algunos minutos expresarse…de nuevo la luz
                                      Es verde, pasan los vehículos como tantos pasan y pasaran
                                      Pero la mirada de aquel hombre por qué en esta esquina quedará.  


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