Hay músicos que dicen lo que hace rato siento sin usar ni una sola palabra; bailarinas que expresan con su cuerpo mayor libertad de la que podrían alcanzar mis encasillados sueños, pintores que me recuerdan que los colores no pueden ser adulterados por la falta o el exceso de luz...hay escritores que me enseñan que leer es más necesario que escribir. Personas que aunque sin saberlo han sido ángeles caídos y sabios ignorados en cada uno de mis caminos.
Amo a los artistas y a su arte, amo a las personas y a sus imperfecciones. No hay arte sin personas, ni las personas podrían sobrevivir sin los artistas. Dice un pensador que el arte es necesario...que no sabe para qué...pero que es necesario. La música, la danza, la pintura, la fotografía y las letras son instantáneas de nuestros tiempos pero sin tiempo. Están allí para recordarnos que aunque no nacemos bellos aspiramos a la belleza que somos imperfectos y que desde el sencillo acto de vernos retratados en el arte nos elevamos por sobre todo aquello que nos encadena.
Quien es el arte jamás vive del arte; respira, come, viaja, bebe y persiste porque necesita el arte...lo lleva tan adentro como se llevan los huesos, como se lleva la sangre y aún sin vida vive en su arte. Su arte, cuando es arte no vive en el ahora, vive en el siempre. Vive en el momento en que otros oyen, danzan, observan o leen lo que el artista pario y en aquella música o aquellas imágenes o movimientos se reconoce; aprende y comprende que a pesar de los años, las guerras y las miserias que nos son tan propias...necesitamos aquella belleza.
Las personas para bien o para mal son el motivo del arte; son el comienzo y el final porque los artistas no se enriquecen, no se sienten plenos jamás de la obra que ejecutan o que a otros entregan...es el arte un abismo sin termino donde el agua que bebes no te sacia, es la necesidad permanente de mejorar aquello que haces, es una obra que entregas no del todo convencido aunque amándola porque solo quien haya necesitado crear arte sabe que crear es dolor, angustia y es también felicidad.
Crear arte es servir a los demás, vivir del reconocimiento más que del aplauso porque a veces quien aplaude no comprende...por eso dice tanto el silencio; pero también dice la algarabía, los alegres abrazos de quienes queremos y admiramos; somos felices cuando compartimos el arte, cuando nos juntamos y cuando estamos distantes, porque nuestra música, nuestros pasos, nuestros colores y nuestras silabas son caminos que en cualquier momento recorrimos, caminos que por allí dejamos para que los recorran todos aquellos que sintiendo que algo les hace sentido los transiten como lo hacemos nosotros.
Amo a los artistas y a su arte, amo a las personas y a sus imperfecciones. No hay arte sin personas, ni las personas podrían sobrevivir sin los artistas. Dice un pensador que el arte es necesario...que no sabe para qué...pero que es necesario. La música, la danza, la pintura, la fotografía y las letras son instantáneas de nuestros tiempos pero sin tiempo. Están allí para recordarnos que aunque no nacemos bellos aspiramos a la belleza que somos imperfectos y que desde el sencillo acto de vernos retratados en el arte nos elevamos por sobre todo aquello que nos encadena.
Quien es el arte jamás vive del arte; respira, come, viaja, bebe y persiste porque necesita el arte...lo lleva tan adentro como se llevan los huesos, como se lleva la sangre y aún sin vida vive en su arte. Su arte, cuando es arte no vive en el ahora, vive en el siempre. Vive en el momento en que otros oyen, danzan, observan o leen lo que el artista pario y en aquella música o aquellas imágenes o movimientos se reconoce; aprende y comprende que a pesar de los años, las guerras y las miserias que nos son tan propias...necesitamos aquella belleza.
Las personas para bien o para mal son el motivo del arte; son el comienzo y el final porque los artistas no se enriquecen, no se sienten plenos jamás de la obra que ejecutan o que a otros entregan...es el arte un abismo sin termino donde el agua que bebes no te sacia, es la necesidad permanente de mejorar aquello que haces, es una obra que entregas no del todo convencido aunque amándola porque solo quien haya necesitado crear arte sabe que crear es dolor, angustia y es también felicidad.
Crear arte es servir a los demás, vivir del reconocimiento más que del aplauso porque a veces quien aplaude no comprende...por eso dice tanto el silencio; pero también dice la algarabía, los alegres abrazos de quienes queremos y admiramos; somos felices cuando compartimos el arte, cuando nos juntamos y cuando estamos distantes, porque nuestra música, nuestros pasos, nuestros colores y nuestras silabas son caminos que en cualquier momento recorrimos, caminos que por allí dejamos para que los recorran todos aquellos que sintiendo que algo les hace sentido los transiten como lo hacemos nosotros.
esto es hermoso!!! seguiré viajando a ver si te pillo!!!!
ResponderEliminarMe podrás encontrar en todas partes...aunque no me busques. Gracias hermano.
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