Por lo visto de aquí para adelante y durante un par de años tendremos ocasión de recordar una vez más porque The Beatles es considerada una banda esencial en el panorama musical del siglo XX. La excusa este 2018 es el álbum doble que resultó del sui generi retiro espiritual emprendido por los muchachos de la banda tras el caótico periodo que había culminado con el disco cuyo cumpleaños número 50 celebrábamos durante el año anterior.
Lo que fue en materia de conmemoración y ¿cómo no?, oportunidad de volver a vender cierto disco cuya caratula además de sobrecargada de estímulos visuales e influencias estéticas y musicales, es en materia de volver a vender un disco que esta vez cumple también sus primeros 50 años; estamos hablando del disco homónimo de la banda, también ampliamente conocido como el álbum blanco y como obra de arte que es, al igual que el que cumplió y los que en los próximos años cumplirán, ofrece una experiencia remasterizada que de una u otra forma, muchos coleccionistas y fanáticos querrán vivir.
No es antojo mio el decir que estos dos discos son además de muy buenos, históricos. Una vez más las composiciones llegan donde otros aún no llegaban, el aporte de grandes individualidades convergen (muchos dicen que por última vez) en un producto firmado como grupo. La mitología en torno a las multiples historias que se entrelazan tanto en la génesis como en el desarrollo de la grabación de estos discos es tan amplia como cautivadora y hay canciones que sin lugar a dudas se encuentran entre lo mejor de la banda, pero también hay muchas que son prescindibles.
En materia de gusto estrictamente personal Dear Prundence, The continuing history of Bungalow Bill, While my guitar gently weeps, Blackbird en el disco 1 además de Mother nature's song y, Revolution 1 en el disco 2 bien que valen la adquisición de los discos. Se debe citar además Helter skelter que dicen es puro sonido metal cuando aún no existía el metal. Sin embargo, comparto la opinión de aquellos que creen que este pudo haber sido solo un disco y sería mucho mejor; pero está el hecho de que era y es una obra que busca resumir y reflejar la sensibilidad de cuatro grandes músicos y como dicen por ahí: no hay discos malos de The Beatles, solo hay discos menos buenos que los otros. Puede que para algunos éste sea el caso, para mí, un infaltable de la colección ya sea en vinilo, casete o disco compacto.
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