Me descubrí profundamente querido por no pocas personas, respetado y valorado más allá de lo que yo mismo valoro o respeto los actos y las palabras que ofrezco a quienes me rodean. En esta vida mía que, a partir de ahora, comienza a ofrecerme el decimo año de lo que nunca me atreví a esperar. Vida que debe ir más lenta e inevitablemente más responsable de los afectos de los que me he ido rodeando.
Todavía recuerdo con profundo cariño los afectos del pasado. Personas a las que quise tanto y deje partir esperando que pudiesen ser todo lo felices que merecen ser. Todavía me quedan algunas hojas por escribir y compartir ahora que ya no quiero elegir a quienes leen las cosas que escribo y me ocupo, más que nunca, de buscar esa tranquilidad que me hace tanto bien.
Así como los chinos nombran a sus años con un animal; nombraré a partir de ahora yo mis años con un estado anímico. Este será el año de la alegría. El año de dejarme querer sin resguardos. Un año de publicación de importantes escritos que, espero, alcancen cierto valor estético y artístico para aquellos y aquellas que van a conocer de mi esteparia, hasta ahora, existencia.
Quiero compartir, al inicio de este año de la alegría, una tienda virtual en donde podrán encontrar algunas de las obras de otras y otros que son como yo. Es en parte una concesión que da prueba de que mi actitud busca este año ser otra. Ustedes, que leen este blog podrán, si así lo quieren, adentrarse a algunos de los escritos de personas que no están en las vitrinas de las grandes librerías...pero están existen las obras como prueba irrefutable que ellos y ellas existen.
Ojalá ustedes también decidan compartir el enlace con otras personas. Encarguen libros, lean y compartan con otras sensibilidades que complementen sus propias sensibilidades. Les invito a esta fiesta que es pequeña pero significativa. Ninguna de las autoras, ni de los autores, ni el dueño de ediciones ondemand sabe que estoy compartiendo esta tienda virtual como regalo de cumpleaños compartido.
Ustedes saben y yo sé; que aunque lo hace en silencio, la naturaleza de lo noble no deja de crecer.
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