Cristopher Nolan es uno de los magos que mayor prestigio tiene en el cine actual. Si bien es cierto, antes de esta película, ya había dirigido otras notables películas, Inceptión (El origen en Latinoamérica) tiene todo cuánto identifica el estilo, que es inconfundible de este director y no cabe duda que es una de sus películas más entretenidas.
Leonardo Di Caprio, que es un actor del, cual película a película uno puede apreciar cada vez más, es un delincuente involucrado en el negocio de la intervención de los sueños de gente poderosa. Tiene un equipo de trabajo leal y un secreto muy bien guardado (como la mayoría de la gente). Un magnate japonés contrata al equipo para hacer algo que no habían hecho antes; implantar una idea dentro del sueño de un rival del magnate japonés. La misión se va complicando en la medida que los integrantes del equipo y los magnates involucrados van profundizando en sus sueños.
La idea de un sueño dentro de otro sueño, en esta película, nos mantiene atados al sillón. Si bien es cierto hay una estrategia para salir del sueño, si bien es cierto cada integrante del equipo tiene un objeto con el cual descubrir cuando están dentro de un sueño o cuando están en la realidad, las cosas no van a ser nada fáciles; sobre todo para el líder (Di Caprio) del grupo que carga un secreto que sorprende lo mismo que emociona. La música de Hans Zimmer, los efectos especiales y la historia que el guion, escrito por Cristopher Nolan, nos ofrece son de lo mejor si lo que esperamos es pasar un muy buen rato viendo una película que desafiara nuestra capacidad de asombro y que es posible que queremos volver a ver una vez más en busca de ese algo que, películas como esta, nos hacen sentir que nos perdimos.
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