Popularmente se le atribuye este poema a Jorge Luis Borges, aquel monumental de las letras argentinas y sin embargo es muy poco probable que de haber sentido la necesidad de escribir estos versos él los haya publicado. Las investigaciones más recientes apuntan a Don Herold o a Nadine Stair como posibles autores. La verdad es que importa muy poco quién haya decidido escribir este llamado de alerta tan esencial para cualquiera que aún esté a tiempo. Es parte de lo que muchos comparte y tan solo si es que aún no lo conoces, aquí lo dejo. Ojala que te diga tanto como a muchos de nosotros.
Si pudiera vivir
nuevamente mi vida,
en la próxima
trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan
perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo
que he sido,
de hecho tomaría muy
pocas cosas con seriedad.
Sería menos
higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más
atardeceres,
subiría más montañas,
nadaría más ríos.
Iría a más lugares
adonde nunca he ido,
comería más helados y
menos habas,
tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas
personas que vivió sensata
y prolíficamente cada
minuto de su vida;
claro que tuve
momentos de alegría.
Pero si pudiera
volver atrás trataría
de tener solamente
buenos momentos.
Por si no lo saben,
de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no
te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos
que nunca
iban a ninguna parte
sin un termómetro,
una bolsa de agua
caliente,
un paraguas y un
paracaídas;
si pudiera volver a
vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a
vivir
comenzaría a andar
descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo
hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en
calesita,
contemplaría más
amaneceres,
y jugaría con más
niños,
si tuviera otra vez
vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85
años...
y sé que me estoy
muriendo.
Comentarios
Publicar un comentario