Seguramente
no habrán sido pocos ni pocas aquellos y aquellas que fuimos captados por la
"traviesa" portada de este libro. No pocos ni pocas los que sonreímos
ante la genial ocurrencia de relacionar aquella obra capital de la música rock
perteneciente a la banda inglesa Pink Floyd con un tema que, para malestar de
algunos, a todos los que habitamos estas tierras nos pertenece. Tema polémico a
la luz de la evidente urgencia de las nuevas autoridades que se forjaron así
mismas al calor del fogón que quemará a no pocos cuando nos dé por acordarnos
que los llegados somos nosotros y no ellos, que habían sido puestos y puestas
en una bolsa grande donde se guardaban todos aquellos vestigios o evidencias de
que no fuimos, ni somos, ni seremos nunca una extensión de las Europas.
Cumple con su función la relación que hace el autor de las preocupaciones y esperanzas de una nación ignorada y vilipendiada por años de esa Historia que poco a poco va dejando de ser oficial con asuntos más mundanos, por llamarlos de alguna manera. Asuntos y temas que nos parecen bastante más abordables y fáciles de entender a quienes no somos "autoridades" en el asunto. Traveseo con el termino autoridad en el asunto porque no creo que Pedro Cayuqueo se vea a sí mismo como una autoridad, él es joven y evidencia una humilde necesidad de aprender de los antiguos que es algo no lo suficientemente valorado hoy en día por aquellos que se alejaron de lo que nos hacía che. No tengo la menor duda de que voy a intentar leer otros libros de este autor que a la vez que documentado, es consciente de la necesidad de hacer años de injusticia, mentiras y manipulaciones accesibles a aquellos y aquellas que miramos siempre con respeto a los dueños originales de una tierra que debe ser compartida desde la certeza de que las minorías nos enriquecen por más desarraigadas que puedan llegar a ser las mayorías.
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